Lamentablemente, en lugar de centrar nuestros esfuerzos en la campaña electoral, en perfilar claramente a las huestes de Cobos, hoy debemos con mucha tristeza dar difusión a una carta del compañero Oscar Natalichio, de cuya honestidad e integridad no tenemos duda alguna, así es que la transcribimos a continuación:
LA DIFAMACIÓN COMO MÉTODO NO ES DE UN REVOLUCIONARIO
Prometí no escribir más sobre el tema pero debo hacerlo, ya que aún se continúa mintiendo y difamando sobre mi actuación en la UPMPM.
Inés Vázquez da la “mala noticia” de mi “expulsión” de la Universidad y “explica” de tal forma que da a entender, a quien la escucha, de que yo estaba cobrando matrículas y cuotas en nombre de la universidad (supuestamente para quedarme con el dinero). Lo hace ensuciando el programa “Cátedra Libre” el sábado 12 por AM 530.
Además de no haber estado en Pergamino desde hace dos años y de no saber aún qué es lo que pasa en detalles, lo que menos haría en esta Universidad o en el lugar que me toque estar, es apropiarme de dinero ajeno.
Esa acusación es una gran canallada. Es un golpe bajo dado a un militante, a un luchador de más de 50 años de militancia. Es intentar hacer desaparecer a una persona que no lograron hacer desaparecer los lacayos del imperialismo. Es utilizar métodos similares.
¡Qué tristeza! Qué tristeza pensar que esas personas van a ser ahora las formadoras del “hombre nuevo”. Las que van a dar clases de “Formación Política”. Las que van a hablar de San Martín y Bolívar. Los que van a dar los cursos de Economía Política.
Lamentablemente esto no va a quedar así. No van a ensuciar mi trayectoria. Las mentiras acumuladas no pasarán. Me obligan a hacer lo que no quería. Me obligan a demandarlos. Por calumnias e injurias graves ante la justicia donde ellos radicaron las denuncias. Por calumnias e injurias ante los militantes.
Sin ética, sin moral, con fabulaciones y confabulaciones no se construye nada nuevo ni bueno, sólo se repite lo malo y lo indigno. Se repite lo peor de esta sociedad.
Hablan de una nueva ley de radiodifusión y ni siquiera se me otorga el derecho a réplica. Hablan de nuevas formas de relaciones y actúan como las empresas imperialistas más sórdidas y crueles.
Amenazan. Reprimen. Falsifican. Injurian. Especulan. Engañan. Expulsan. Y el indisciplinado soy yo. El negligente soy yo. El delincuente soy yo.
No sólo nunca he tocado un solo peso, sino que he (hemos) contribuido permanentemente con aportes éstos 10 años. Y hemos desarrollado la mayor parte de las actividades, costeándonos viajes e incluso la propia papelería que utilizamos. Muchos otros no.
Pero las ambiciones personales parecen no poseer límites éticos y llegan a usufructuar y a apropiarse de organizaciones e historias dignas.
Son decenas de llamadas y mensajes que he recibido y guardado. Expresan su solidaridad. Y también expresan que no deje las cosas así. No las dejaré así.
Oscar Natalichio – Junio 16 de 2009.
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