La escena fue recogida por cuanto cronista andaba suelto por la ciudad, Susana se despachó con todo. No fue un exabrupto, era la Su profunda, la garca de alma usando una muerte cercana para criticar al gobierno kirchnerista. “El que mata tiene que morir” y “Terminemos con los derechos humanos y esas estupideces”, la diva sabe que conecta con lo de "somos derechos y humanos" que aflora con facilidad y recurrencia en los sectores medio - estúpidos de la sociedad argenta.
La derecha trabaja sobre el miedo y si bien la inseguridad existe no se enfrenta desde las concepciones alimentadas en el caldero del infierno que implica la entronización del miedo a la enésima potencia, pero la apuesta por la racionalidad naufraga cuando lo único que se escucha es la voz altisonante de los medios de comunicación y las divas estruendosas.
Según Ignacio Ramonet en su articulo “Comunicación vs. Información”: “se produce a veces un verdadero mimetismo mediático, una especie de fiebre que se apodera súbitamente de los medios y que los impulsa con la más absoluta urgencia a precipitarse para cubrir un acontecimiento…Los medios se autoestimulan de esta forma, se sobreexcitan unos a otros, multiplican la emulación y se dejan arrastrar en una especie de espiral vertiginosa, enervante, desde la sobreinformación hasta la náusea”.
Susana chabacana e irreverente se cagó en los derechos humanos, y no es un tema menor. Frente a su frescura formolizada, se opone la seriedad de Binder que sostiene “Hay que reflexionar lo que implica darle al Estado la potestad de matar gente. Si con poderes más pequeños el Estado tiene historias de arbitrariedad, hay que pensar lo que puede hacer –y ha hecho– la muerte estatal. Es una consideración política que hace que los ciudadanos no estemos tranquilos; es darle un poder a una burocracia que estaría compuesta de burócratas con el poder de matar”. Pero a Su, eso no la amedrenta, ella tiene un glamour que la pone lejos del peligro de la arbitrariedad, hasta que punto la sociedad de glamour y poder la enchastra nunca podremos estar al todo seguros, pero hay pistas ...
Ella que tiene varios esqueletos en el armario pero se postula como la inocencia renacida, sólo puede aspirar a la virginidad quirúrgica como su amiga Pradón. Ella vuelve inocente de haber birlado maridos, pasado por incontables amantes conocidos y desconocidos, y vaya a saber por cuántas más aventuras petiteras, de las que habrá silenciosos cómplices y secuaces, pero de su ostensible doble moral hacen escuela episodios como el ingreso del Mercedes con licencia para discapacitados, la disputa con el cura Grassi y los negocios de "Mi Bingo", últimamente, con novio nuevo estrenó nuevos negocios para variar poco claros.
Como no podía ser de otro modo el ballenato que encalló en las elecciones de Catamarca quiso formar parte de la cruzada susanesca y blasfemó nuevas catástrofes.
Comentarios
Excelente post. Siempre es un gusto leer a alguien que tiene los ojos abiertos.
slds
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