La foto fue salvajemente robada de acá http://labarbarie.com.ar/2008/las-penas-son-de-nosotros-%c2%bflas-vaquitas-son-de-clarin/
El consejo directivo de la Facultad de Ciencias Sociales aprobó una durísima resolución contra el modo en que fue cubierto el conflicto del campo con el Gobierno.
“Han existido expresiones de periodistas –no corregidas ni enmendadas por colegas del propio medio o sus superiores– que, lejos de importar afirmaciones de hechos o apreciaciones opinables, llenan de vergüenza e indignación por sus contenidos clasistas y racistas, y por la supina ignorancia que revelan”,
"el público de los medios ha recibido muestras inadmisibles de trato discriminatorio de los actores sociales según su capacidad económica o su pertenencias de clases ante formas similares de reclamo de derechos".
“De este lado, son gente bien vestida, que tienen familias, y se van temerosos porque vienen los otros, los piqueteros violentos”, dijo la cronista televisiva describiendo los roces del primer cacerolazo en la Plaza de Mayo, cuando los partidarios de D’Elía se dirigían hacia la plaza con ánimo de pocos amigos hacia los caceroleros rubios.
“Como formadores de periodistas, como espacio de análisis y de crítica, nos inquietó fuertemente el modo en que las empresas de comunicación afrontaron durante todos estos días el conflicto agropecuario –dijo Federico Schuster, decano de Ciencias Sociales–. Más allá de que lo de la cronista haya sido un claro prejuicio ingenuo o consciente, lo grave es que no fue corregido por un responsable”.
La falta “notoria de contrastes en las posiciones dadas a conocer en los medios sobre las medidas de las cuatro entidades que las convocaron, así como sobre sus causas y consecuencias”. A partir de los groseros desaciertos, el consejo puso de manifiesto “en especial para los medios audiovisuales” la “necesidad de la sanción de una ley democrática de radiodifusión que garantice los derechos del público a acceder a información plural, lo que conlleva la existencia de medidas tendientes a controlar los procesos de concentración mediática y de maniobras de monopolio informativo”.
El consejo mostró su preocupación porque los medios no manifestaran interés en enmendar los “dichos discriminatorios de quienes actúan por sus cámaras, micrófonos o páginas”, e impulsó a “los propios periodistas a que, a través de sus organizaciones, hagan públicas sus reflexiones ante actitudes antidemocráticas o discriminatorias de sus colegas y los medios de comunicación”.
“Estas críticas, si las dice el Gobierno queda en un umbral determinado. No por nada, al día siguiente del discurso en la plaza, dos grandes periódicos coincidieron en denunciar las críticas presidenciales como una amenaza a la libertad de prensa –aseguró Schuster–.
El consejo directivo de la Facultad de Ciencias Sociales aprobó una durísima resolución contra el modo en que fue cubierto el conflicto del campo con el Gobierno.
“Han existido expresiones de periodistas –no corregidas ni enmendadas por colegas del propio medio o sus superiores– que, lejos de importar afirmaciones de hechos o apreciaciones opinables, llenan de vergüenza e indignación por sus contenidos clasistas y racistas, y por la supina ignorancia que revelan”,
"el público de los medios ha recibido muestras inadmisibles de trato discriminatorio de los actores sociales según su capacidad económica o su pertenencias de clases ante formas similares de reclamo de derechos".
“De este lado, son gente bien vestida, que tienen familias, y se van temerosos porque vienen los otros, los piqueteros violentos”, dijo la cronista televisiva describiendo los roces del primer cacerolazo en la Plaza de Mayo, cuando los partidarios de D’Elía se dirigían hacia la plaza con ánimo de pocos amigos hacia los caceroleros rubios.
“Como formadores de periodistas, como espacio de análisis y de crítica, nos inquietó fuertemente el modo en que las empresas de comunicación afrontaron durante todos estos días el conflicto agropecuario –dijo Federico Schuster, decano de Ciencias Sociales–. Más allá de que lo de la cronista haya sido un claro prejuicio ingenuo o consciente, lo grave es que no fue corregido por un responsable”.
La falta “notoria de contrastes en las posiciones dadas a conocer en los medios sobre las medidas de las cuatro entidades que las convocaron, así como sobre sus causas y consecuencias”. A partir de los groseros desaciertos, el consejo puso de manifiesto “en especial para los medios audiovisuales” la “necesidad de la sanción de una ley democrática de radiodifusión que garantice los derechos del público a acceder a información plural, lo que conlleva la existencia de medidas tendientes a controlar los procesos de concentración mediática y de maniobras de monopolio informativo”.
El consejo mostró su preocupación porque los medios no manifestaran interés en enmendar los “dichos discriminatorios de quienes actúan por sus cámaras, micrófonos o páginas”, e impulsó a “los propios periodistas a que, a través de sus organizaciones, hagan públicas sus reflexiones ante actitudes antidemocráticas o discriminatorias de sus colegas y los medios de comunicación”.
“Estas críticas, si las dice el Gobierno queda en un umbral determinado. No por nada, al día siguiente del discurso en la plaza, dos grandes periódicos coincidieron en denunciar las críticas presidenciales como una amenaza a la libertad de prensa –aseguró Schuster–.
Pero nosotros no somos ninguna estructura del Gobierno, tenemos autonomía y podemos decirlo porque somos formadores de periodistas: coincidimos en defender la libertad de prensa, pero quisimos mostrarles a nuestros alumnos que así no se hace periodismo.” Fuente: Página 12
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Gerardo