Cristina dio algunas entrevistas a medios españoles, pego abajo la correspondiente la Diario ABC, verán que le preguntan algunas de las mismas pavadas que aquí...
—Este viaje estaba pendiente y se ha reducido a dos días. ¿Cuáles son los principales objetivos?
—Este viaje estaba pendiente y se ha reducido a dos días. ¿Cuáles son los principales objetivos?
—La visita no se redujo. Siempre fue de dos días. Es una visita oficial de Estado, con conocidos vínculos históricos, culturales y económicos entre Argentina y España. Además, yo misma tengo tres abuelos españoles. Yo debía esta visita al Gobierno de España, donde tengo grandes amigos como el propio presidente José Luis Rodríguez Zapatero y la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega.
—¿La situación y la imagen de las empresas españolas ha mejorado respecto a cómo era hace pocos años?
—Absolutamente. Recuerdo aquella reunión borrascosa entre el presidente Kirchner y el presidente de los empresarios españoles, José María Cuevas.Fue muy fuerte lo que pasó allí y nada tiene que ver con este escenario actual, donde grandes empresas españolas como Repsol YPF o Abertis trabajan con excelentes resultados. De hecho, empresarios argentinos socios de estas compañías me acompañan en este viaje. Lo que tiempo atrás parecía casi un desastre, cuando se decía que las empresas españolas iban a desaparecer de Argentina, no se ha cumplido. Hay que aprender a darle a las cosas la importancia que tienen.
—¿Ya no se considera que las empresas españolas son imperialistas?
— (Se ríe) Nadie las trató de imperialistas. Simplemente había intereses contrapuestos. El Gobierno tuvo que defender a una sociedad como la argentina, con un 25 por ciento de paro que no podía dar demanda a lo que pedían las empresas. El resultado de estos años nos ha dado la razón: las empresas han querido tener rentabilidad y la gente trabajo y mejores salarios.
—¿Le parece justa la decisión del Congreso de su país de nacionalizar Aerolíneas Argentinas?
—La expropiación de Aerolíneas es la culminación de un proceso decidida por el Parlamento, como resultado de un servicio público que no se estaba prestando.
—¿No ha tenido cierto tinte de provocación que usted celebrase esta expropiación justo antes de su visita a España?
—¿Por qué una provocación? Simplemente es un acuerdo social para restablecer y garantizar la prestación de un servicio público. Nunca hubo intención de provocar, al contrario, siempre traté de llegar a un acuerdo.La propia decisión no me gustó haberla tomado, pero cuando uno gobierna debe ser responsable.
—¿Y tampoco considera una provocación que en su delegación haya venido el sindicalista Hugo Moyano, que en 2001 hizo un boicot contra los productos españoles?
—En absoluto, al contrario. Es un gesto institucional. Hay demasiada susceptibilidad en quienes piensan de esta manera. Yo no le elegí secretario general de la CGT (Confederación General del Trabajo); lo hicieron los trabajadores argentinos. La relación empresarial entre Argentina y España es óptima, a pesar del episodio de Aerolíneas, que no debe ocultar a otras empresas como Telefónica o Repsol. Hay que ver todo el conjunto, no solo una parte.
—¿Debe estar España en el G-20 de Londres?
—Nos encantaría que España formara parte del G-20, pero nos gustaría aún más que la ONU cumpliera el rol que debe cumplir.
—¿Qué se puede hacer para resolver el conflicto del campo que empaña su gestión?
—Es importante el diálogo y tomar medidas, pero hay que despolitizar las reclamaciones porque si no, se hace muy difícil llegar al acuerdo. Sería muy importante la constitución de un Consejo Social y Económico similar al español, donde discutir el modelo de país y construir un ámbito para quienes deciden huyendo de actitudes violentas.
—¿De verdad encuentra coincidencias entre Obama y Perón?
—¡La que se armó cuando lo dije en Buenos Aires! Sinceramente cuando escucho cosas de Obama, como que quiere sindicatos prósperos y fuertes al ser parte de la solución, o que el mercado genera riqueza pero que se le debe vigilar y controlar; o cuando habla del papel del Estado en seguridad, salud o educación, me parece, como dije medio en broma y medio en serio, que Obama había leído a Perón.
—Ha sido la última jefa de Estado en entrevistarse con Fidel Castro en su reciente visita a Cuba ¿Cómo vio al ex presidente y qué futuro cree que le augura al país?
—A Fidel lo vi muy bien, aunque no puede con su genio y pocos días después de mi entrevista colocó en «Granma» que se iba a morir antes de que Barack Obama acabara su mandato. Fidel Castro, junto a Nelson Mandela, son los últimos líderes modernos vivos que quedan. Cincuenta años de la revolución cubana y, más allá de la valoración que cada uno tenga, es uno de los episodios trascendentes del siglo XX. El futuro que le espera a la isla es el futuro que espera Latinoamérica, que en general ha condenado fuertemente el bloqueo. Una modificación en las relaciones entre EE.UU. y Cuba va a ser favorable también en la forma de vincularse diferente entre ese país y la región. En cuanto a la visita que hice a la isla, me comporté de la misma manera que hicieron todos los otros jefes de Estado que han visitado Cuba. Una agenda en visita de Estado no la constituye sólo el que visita sino también el que invita. No he sido diferente al resto, no he sido original en ese sentido.
- Como gran defensora de los derechos humanos ¿cree que en Cuba se respetan? ¿Por qué no se reunió con los disidentes?
—El tema de derechos humanos tiene que ver con las características en que se ha visto inmersa la isla, con un bloqueo, con atentados, con gente que ha capturado aviones y sigue viviendo en Estados Unidos y no ha sido entregada... No creo que sea ése el tema central en una visita a Cuba. Me parece un ejercicio que tiene que ver con cierta posición frente al Gobierno de la isla que no tiene toda la objetividad, teniendo en cuenta el mundo en el que ha vivido, con operaciones que todos conocemos. Nadie puede hacerse el inocente o el ingenuo.
- Como gran defensora de los derechos humanos ¿cree que en Cuba se respetan? ¿Por qué no se reunió con los disidentes?
—El tema de derechos humanos tiene que ver con las características en que se ha visto inmersa la isla, con un bloqueo, con atentados, con gente que ha capturado aviones y sigue viviendo en Estados Unidos y no ha sido entregada... No creo que sea ése el tema central en una visita a Cuba. Me parece un ejercicio que tiene que ver con cierta posición frente al Gobierno de la isla que no tiene toda la objetividad, teniendo en cuenta el mundo en el que ha vivido, con operaciones que todos conocemos. Nadie puede hacerse el inocente o el ingenuo.
—¿Le molesta que se diga que el verdadero presidente de Argentina es Néstor Kirchner y no usted?
—No, porque cuando él llegó al poder se decía que la presidenta iba a ser yo. Por entonces yo aparecía en las portadas de las revistas con cara de mala y fama de que quien mandaba era yo, con mi carácter y decisiones. Hubo quien contó que yo gritaba a los ministros, Perdónenme, pero si tuviera que repetir lo que se lee en los diarios...
—Pues si nosotros tuviéramos que recordar todo lo que incumplen los políticos...
—Lo sé, lo sé . Yo no incumplí ninguna de mis promesas. Me parece que son anécdotas que tienen que ver más con mi condición de mujer. ¿Quién piensa que a mí me puede mandar Kirchner o a quién puedo mandar yo? Casi sería para asistir al terapeuta si Néstor y yo no nos consultáramos nada ahora y antes. Hemos hecho una vida juntos en todo, en lo familiar y en lo político. Él ha sido el presidente más exitoso de los últimos cincuenta años en Argentina y presidente del Partido Justicialista. Compartimos todo desde hace 34 años, hemos estado en el mismo estudio jurídico, he sido legisladora y la principal voz del Justicialismo en el mismo espacio político, la misma profesión. De la misma manera que cuando él era presidente me llamaba y me consultaba, ahora lo hago yo. Pasa en la vida de todo el mundo. Hay que hacer un ejercicio muy fuerte para pensar que somos dos personas que no se hablan. Hay que tener un poco de sentido común cuando uno hace esos análisis. Pero es así, la vida es así.
Comentarios
saludos.
Los opacos jamás perdonarán tu brillo.
Te llamó Obama poco despues que la impresentable,mendigara una foto para mostrar acá y solo lo pudo ver a 200 metros.
Fuerza Cris!
igual Cristina responde genial.
Saludos y gracias a todos por comentar.