Veo la foto de un niño muerto en la playa, parece dormido, su muerte resulta conmovedora y atroz, pero, sin embargo, es una imagen bella, estéticamente, digo, una muerte que no muestra tripas y sangre, rostros contorsionados por el dolor, el hambre y el odio. Y sin embargo, esas muertes son vecinas y cercanas a esta muerte bella. Todos lloran esta muerte, porque claro esta muerte al fin ha conseguido tocar el corazón de millones de personas que expresan su dolor, aunque no lo hayan sentido y no lo sientan con el sufrimiento humano en sus miles de formas extendido por el mundo. Lloran esta muerte que ha sido pintada y dibujada y compartida por millones, y ha conseguido que muchísimos habitantes del mundo sientan, por fin, que ofreciendo sus hogares, abriendo las puertas de sus casas pueden hacer algo para que otros niños como Aylan no mueran en la playa, como si estuvieran dormidos en la arena. Comparten el dolor de esta muerte injusta miles de personas que se sienten buenas pers